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Quimbita recoge sus pasos

Quimbita recoge sus pasos

Aunque han pasado treinta años, Olmedo Quimbita aún recuerda cada detalle de su primer apartamento en Caracas, Venezuela. “A duras penas tenía para comer”, confiesa con una sonora carcajada.

Lo que sí tenía eran lienzos. Un tropel de ellos, acumulados en la pequeña habitación mientras descifraba cómo plasmar la intensa luz caribeña, tan distinta a la de su Latacunga natal.

Hoy, esa diminuta residencia en el primer país extranjero en el que vivió, abre el libro donde se recopilan las tres décadas de su trayectoria artística.

EXPRESO lo entrevistó en el Puerto Principal, donde aprueba los últimos detalles de la obra, impresa por el Municipio de Guayaquil y que se publicará a fin de mes. El pintor vira las páginas de su propia historia. Caballos, mujeres, bailarines, soles, madres.

“Este es un ejercicio de reflexión para mí”, indica. “Ver esos primeros cuadros me hace recordar quién era entonces, pero también notar que las características de mi estilo siguen ahí. Hay una evolución, pero me reconozco en esos cuadros”.

El libro, al igual que sus lienzos, se divide en tres etapas: la primera, en la que se recogen sus inicios; la segunda con piezas hechas en Estados Unidos y Europa; y la tercera, que inició tras su regreso al país, en 2002.

Pero, ¿por qué volvió a Ecuador cuando había alcanzado cierta consolidación en el extranjero? “Estaba en París. Era una época muy intensa de mi vida y mientras estaba allá noté que los pintores latinoamericanos que vivían allá habían perdido sus raíces. Eran pintores europeos, su arte no conservaba sus raíces. Cuando les pregunté, me dieron la razón. Por eso decidí regresar. Quizás allá las cosas eran más sencillas, había más inversión en el arte, pero no quería perder mi esencia”, admite.

Como parte de la celebración por sus treinta años de trayectoria, Quimbita prepara una muestra en la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Quito que se inaugura el próximo viernes; otra en Guayaquil en agosto, y una con la que culminará el año, en Cuenca.

Luego regresará a Olón, el sitio que eligió para alejarse del bullicio de la ciudad. “No sé qué me depara el futuro, pero seguiré experimentando, seguiré pintando. Un artista nunca deja de serlo, es artista hasta que muere”.

Fuente: expreso.ec

Adquiera ahora el libro Quimbita Pintor de la luz.

Contáctos

Olmedo Quimbita

DEsmeraldas 911 y 9 de Octubre
Guayaquil, Ecuador

M593 99 496 4706

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